En el fondo de la oreja se encuentra un órgano minúsculo que nos dá el sentido del equilibrio. En un barco sacudido por las olas, este órgano se cansa, por lo que los pasajeros experimentan una especie de vértigo y de mareo, causado por la falta de equilibrio.
Algunos sordomudos y los niños muy jovenes son refractarios al mareo, mientras que los individuos emotivos son los que más fácilmente lo sufren.
Las causas del mareo son complejas, pero provienen en gran parte de una irritación anormal del oído interno (base del sentido del equilibrio ) asociadas con la tensión de las vísceras debida al movimiento del barco. Por último, el desarreglo de los reflejos es tanto más intenso cuanto más colaboran los elementos psíquicos al malestar orgánico.
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