Los Faros han sido construidos a lo largo de las costas para guiar a los navegantes en las noches. Cada Faro tiene una luz distinta a los otros, en color y en duración. Por este medio el navegante reconoce el nombre del Faro y el lugar donde está situado.
En la antigüedad, una torre muy alta, en la cumbre de la cual ardía un fuego noche y día, advertía a los navegantes de los peligros de la costa. Hasta principios del siglo XIX no se consiguió una importante mejora. Fresnel fabricó un sistema óptico perfeccionado, proveyendo a los faros de lentes con luz giratoria que se diferenciaba a la luz de una estrella. Este foco ilumina todo el horizonte marino y permite no solamente descubrir los peligros de la costa, sino también identificar cada faro por la combinación de sus destellos.
En la antigüedad, una torre muy alta, en la cumbre de la cual ardía un fuego noche y día, advertía a los navegantes de los peligros de la costa. Hasta principios del siglo XIX no se consiguió una importante mejora. Fresnel fabricó un sistema óptico perfeccionado, proveyendo a los faros de lentes con luz giratoria que se diferenciaba a la luz de una estrella. Este foco ilumina todo el horizonte marino y permite no solamente descubrir los peligros de la costa, sino también identificar cada faro por la combinación de sus destellos.
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